Despues de la vendimia, los camiones deben ser pesados antes y después de descargar las uvas en la bodega. Esta tarea puede ser fácilmente realizada in situ con básculas de carga de ruedas. La densidad de las frutas y verduras puede variar mucho. Por ello, muchos remolques van sobrecargados sin saberlo, poniendo en peligro tanto al conductor como a los demás usuarios de la carretera. Los vehículos mal cargados o sobrecargados son difíciles de controlar. Una situación complicada es cuando se trata de una carga absorbente que va descubierta, como la madera. Si llueve, el peso original se incrementará con la absorción de agua y el nuevo peso es incierto. Un control posterior del peso en el local podría evitar multas y accidentes, en el peor de los casos.